Una lesión
de estas características origina múltiples discapacidades en el desempeño de las
actividades de la vida diaria. Éstas predominan concretamente en la movilidad,
el autocuidado y la vida doméstica. Todo ello hace que la mayor parte de la
población con Lesión Medular requiera de apoyo personal y/o apoyos técnicos
para poder realizar estas actividades.
El paciente
pasará por una fase aguda, una fase subaguda o de rehabilitación y una fase
crónica (una vez dado de alta hospitalaria) en la que se incorporará a su
domicilio, y en la que será necesario un tratamiento básico en atención
primaria, de modo coordinado con las revisiones periódicas en la unidad de
lesionados medulares de referencia, con el propósito de llevar a cabo un
control óptimo de este paciente.