El consumo de tabaco es la primera causa de muerte prematura, morbilidad y discapacidad prematura evitable en los países desarrollados y es responsable del 15% del total de muertes en el mundo. La población fumadora tiene un riesgo incrementado de padecer diversos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y procesos respiratorios crónicos de elevada prevalencia. Por todo ello, el tabaquismo es un grave problema de Salud Pública y supone un reto para los profesionales sanitarios. En particular, las enfermeras de Atención Primaria desempeñan una labor fundamental en su prevención y tratamiento debido a su gran accesibilidad, y a que son consideradas autoridad en materia de salud y a la gran confianza que la población deposita en ellas.
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